TERAPIA HORMONAL

Alrededor del 70% de los cánceres de mama tienen en sus células receptores para hormonas como el estrógeno (ER) y la progesterona (PR). A estos tumores se les llama “luminales”.

Este tipo de tumor no está causado por las hormonas pero depende de las hormonas para crecer. En las mujeres antes de la menopausia (premenopáusicas) los ovarios producen estrógenos que pueden estimular tumores con receptores para estrógenos RE+. En mujeres tras la menopausia (postmenopaúsicas) los estrógenos se producen a partir de los andrógenos presentes en el cuerpo ya que estos se convierten en estrógenos en el tejido adiposo gracias a una enzima que se llama “aromatasa”. Por eso es tan perjudicial el exceso de tejido graso.

Estos cánceres tienden a crecer más lentamente que los cánceres negativos para los receptores hormonales y tienen un mejor pronóstico. La terapia hormonal  actúa sobre estos receptores hormonales y ayudan a inhibir su crecimiento y propagación al bloquear la acción de las hormonas o reducir sus niveles en el cuerpo, impidiendo así el crecimiento tumoral.

Puede ser utilizada tanto en el tratamiento adyuvante, para prevenir la recurrencia después de la cirugía, como en el tratamiento del cáncer que se ha propagado por el cuerpo (metastásico), proporcionando una opción terapéutica valiosa para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de las pacientes.

¿Qué es la terapia hormonal?

La terapia hormonal, también conocida como terapia endocrina, implica el uso de medicamentos o procedimientos que bloquean o reducen la acción de las hormonas en el cuerpo, específicamente los estrógenos y la progesterona. Estas hormonas pueden estimular el crecimiento de células cancerosas en ciertos tipos de cáncer de mama. Al disminuir los niveles de estas hormonas o bloquear su acción, la terapia hormonal puede ayudar a prevenir el crecimiento y la propagación del cáncer.

Tipos de terapia hormonal

Existen varios tipos de terapia hormonal que se utilizan en el tratamiento del cáncer de mama, cada uno con un enfoque diferente para reducir el efecto de las hormonas en el cáncer.

Inhibidores de la aromatasa

Los inhibidores de la aromatasa son medicamentos que reducen la cantidad de estrógeno producido en el cuerpo. Funcionan bloqueando la enzima aromatasa, que convierte los andrógenos en estrógenos. Estos medicamentos son especialmente efectivos en mujeres postmenopáusicas y se utilizan comúnmente después de la cirugía para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Algunos ejemplos de inhibidores de la aromatasa incluyen anastrozol, letrozol y exemestano.

Moduladores selectivos de los receptores de estrógeno (SERM)

Los SERM son medicamentos que se unen a los receptores de estrógeno en las células cancerosas y bloquean la acción del estrógeno. Tamoxifeno es el SERM más conocido y se utiliza tanto en mujeres premenopáusicas como postmenopáusicas. Tamoxifeno puede reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama y también se utiliza en el tratamiento del cáncer de mama metastásico.

Supresión ovárica

La supresión ovárica es un tratamiento que detiene la producción de estrógenos en los ovarios. Esto puede lograrse mediante cirugía (ovariectomía), radioterapia o medicamentos como los análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). La supresión ovárica se utiliza generalmente en mujeres premenopáusicas con cáncer de mama receptor de hormonas positivo.

Beneficios y riesgos de la terapia hormonal

Beneficios
  • Reducción del riesgo de recurrencia: La terapia hormonal puede reducir significativamente el riesgo de que el cáncer de mama regrese después del tratamiento inicial.
  • Tratamiento del cáncer metastásico: La terapia hormonal puede ser efectiva en el tratamiento del cáncer de mama que se ha propagado a otras partes del cuerpo.
  • Menor toxicidad: En comparación con la quimioterapia, la terapia hormonal suele tener menos efectos secundarios y ser mejor tolerada por los pacientes.
Riesgos y efectos secundarios
Aunque la terapia hormonal es generalmente bien tolerada, puede causar efectos secundarios. En mujeres que aún tienen la menstruación (premenopáusicas) se produce una menopausia química repentina y estos síntomas suelen ser muy llamativos y empeoran bastante la calidad de vida de estas pacientes. Según la medicación que se administre son más frecuentes unos u otros. En mujeres postmenopaúsicas estos síntomas, aunque importantes, son mejor tolerados.
  • Sofocos
  • Sudores nocturnos
  • Fatiga
  • Dolores articulares y musculares
  • Osteoporosis
  • Aumento del colesterol
En cuanto a los riesgos importantes, aunque menos frecuentes están:
  • Trombos venosos
  • Alteraciones cardiacas
  • Aumento del grosor del endometrio, y menos frecuente , cáncer de endometrio
  • Alteración de las enzimas hepáticas.

Recomendaciones durante la terapia hormonal en cáncer de mama

Durante la terapia hormonal, es importante seguir una serie de recomendaciones para disminuir los efectos secundarios y optimizar los resultados del tratamiento.
  • Consulta regular con el oncólogo. Es importante pedir recomendaciones para disminuir los síntomas, ver la evolución del tratamiento y realizar los ajustes necesarios en la medicación.
  • Una alimentación antiinflamatoria, rutinas de ejercicio físico y un descanso adecuado pueden ayudar a combatir la fatiga y mejorar la salud ósea y cardiovascular. Además, el consumo de alcohol y tabaco se deben evitar o reducir al mínimo.
  • En ocasiones puede ser necesario tomar suplementos, como el calcio y vitamina D para la osteoporosis. La densitometría ósea es necesaria para evaluar la densidad mineral ósea y detectar signos tempranos de osteoporosis, por si hay que realizar alguna actuación.
  • Es importante medicación específica para el control del colesterol o las enzimas hepáticas.
  • Algunos suplementos como el triptófano, la melatonina, la vitamina B, el zinc o el magnesio pueden ser útiles. También el PEA ayuda a disminuir los dolores osteoarticulares.
  • Es fundamental la revisión ginecológica para vigilar la pared del útero y la citología y las recomendaciones para combatir la sequedad vaginal y otros síntomas asociados con el bloqueo hormonal.
  • Como siempre, el control de las emociones, tan importante en estos procesos, es esencial durante la terapia hormonal. Participar en grupos de apoyo para pacientes con cáncer de mama o recibir terapia psicológica puede ser beneficioso para enfrentar los desafíos emocionales que con lleva el tratamiento.
Es importante consultar con los profesionales, preguntar las dudas, informar de los síntomas y seguir las recomendaciones.
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Calcula tu talla de sujetador

Introduce tus medidas en centímetros:

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Contorno del busto (cm):
Tu talla de sujetador es: ---

Como tomar las medidas

A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Repetir el proceso en el contorno del busto (la parte más prominente del pecho). El resultado nos dará la copa del sujetador.

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)

Para mujeres mastectomizadas

A. A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Para la medida del contorno del busto (la parte más prominente de la mama), mediremos la mama intacta (no mastectomizada), desde la mitad del esternón (centro del canalillo), hasta la mitad de la columna vertebral (centro de la espalda). Al número resultante,  le restaremos 2 centímetros y multiplicaremos el resultado  por 2,  para obtener el valor definitivo de la copa del sujetador. 

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)