TÓXICOS Y CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad entre las mujeres a nivel mundial. Diversos factores pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad, y entre ellos se encuentran la exposición a ciertos tóxicos presentes en el medio ambiente y en los productos de uso diario. Desde las ondas electromagnéticas, a los contaminantes ambientales, los químicos presentes en los cosméticos, los conservantes y colorantes presentes en los alimentos, o los productos de limpieza o el cuidado del  jardín.

¿Qué es un tóxico ambiental?

Cualquier sustancia presente en el medio ambiente (aire, agua, suelo, alimentos que puede dañas la salud de los seres vivos. Pueden ser naturales ( metales pesados, arsenico…) o artificiales (plásticos, productos químicos industriales, pesticidas…)

Tóxicos más comunes

Existen muchos compuestos químicos que se han relacionado con el cáncer de mama. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Dioxinas y PCB: carnes grasas, productos lácteos, equipos eléctricos y otros productos industriales. Estos compuestos pueden acumularse en el tejido adiposo.
  • Parabenos: en cremas, desodorantes, cosméticos
  • Ftalatos: Presentes en muchos productos de cuidado personal, como perfumes, esmaltes de uñas y plásticos.
  • Compuestos perfluorados (PFC): Utilizados en la fabricación de productos resistentes a las manchas y al agua. Estos compuestos pueden acumularse en el organismo y alterar la función hormonal.
  • Plaguicidas: Muchas sustancias empleadas para combatir plagas agrícolas pueden tener efectos carcinogénicos. Entre ellos se encuentran el DDT y otros organoclorados.
  • Solventes orgánicos. Productos de limpieza, pinturas, etc.

Mecanismos de acción

La relación entre estos tóxicos y el cáncer de mama se basa en varios mecanismos de acción:

  • Disrupción endocrina: Muchos de estos compuestos pueden interferir con el sistema hormonal, imitando o inhibiendo la acción de hormonas naturales como el estrógeno. Esto puede promover el crecimiento de células cancerosas en el tejido mamario.
  • Genotoxicidad: Algunos tóxicos pueden dañar directamente el ADN de las células, lo que puede llevar a mutaciones cancerígenas.
  • Inflamación crónica: La exposición prolongada a ciertos tóxicos puede causar una respuesta inflamatoria persistente, que a su vez puede contribuir al desarrollo del cáncer.

Prevención y reducción de riesgos

Para reducir el riesgo de cáncer de mama asociado a la exposición a tóxicos, se pueden tomar diversas medidas:

  • Optar por productos de cuidado personal libres de ftalatos y parabenos.
  • Elegir alimentos orgánicos para minimizar la ingesta de plaguicidas.
  • Evitar el uso de plásticos que contengan BPA y optar por alternativas más seguras.
  • Ser consciente de la calidad del aire en el hogar, utilizando purificadores y ventilando adecuadamente los espacios.
  • Apoyar políticas y regulaciones que limiten la emisión y uso de compuestos tóxicos en la industria.

Tabaco y cáncer de mama

Es sabida la relación del tabaco con un mayor riesgo de  padecer cáncer, en general y , aunque su papel en el cáncer de mama no es tan importante como lo es en el de pulmón, la evidencia actual confirma que sí aumenta el riesgo, sobre todo asociado a otros factores.

El tabaco, además del daño que puede causar sobre el ADN de las células, puede alterar el metabolismo de los estrógenos, alterando el equilibrio hormonal y favoreciendo el desarrollo de tumores dependiente de hormonas.

Fumar durante el tratamiento disminuye la eficacia de la quimioterapia y aumenta el riesgo de complicaciones durante la cirugía .

Aumenta el riesgo de recaídas de segundos cánceres.

Conclusión

La relación entre tóxicos y el cáncer de mama es un tema de gran importancia y preocupación. Aunque no todos los casos de cáncer de mama pueden atribuirse a la exposición a estos compuestos, minimizar el contacto con ellos puede ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo. Es fundamental seguir investigando y educando a la población sobre los peligros potenciales de los tóxicos y las mejores maneras de evitarlos.

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Calcula tu talla de sujetador

Introduce tus medidas en centímetros:

Contorno bajo el busto (cm):
Contorno del busto (cm):
Tu talla de sujetador es: ---

Como tomar las medidas

A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Repetir el proceso en el contorno del busto (la parte más prominente del pecho). El resultado nos dará la copa del sujetador.

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)

Para mujeres mastectomizadas

A. A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Para la medida del contorno del busto (la parte más prominente de la mama), mediremos la mama intacta (no mastectomizada), desde la mitad del esternón (centro del canalillo), hasta la mitad de la columna vertebral (centro de la espalda). Al número resultante,  le restaremos 2 centímetros y multiplicaremos el resultado  por 2,  para obtener el valor definitivo de la copa del sujetador. 

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)