ALIMENTACIÓN

La importancia de la nutrición y los suplementos alimenticios en pacientes con cáncer de mama.

Hoy día son muchas las publicacionescientíficas que hablan acerca de la importancia de la nutrición y el uso de suplementos alimenticios en pacientes con cáncer de mama. La forma en que nos alimentamos es en si misma una “clave para la vida” fundamental en la prevención de la enfermedad, pero también durante el proceso y la recuperación tras un cáncer de mama.

¿Pero qué dieta es la mas adecuada para una paciente con cáncer de mama?

Si buscamos en internet son muchos los tipos de dietas que aparecen y todas nos venden los grandes beneficios que aportan. La mayoría de las veces con escasa evidencia científica. Según la literatura científica la dieta más adecuada es aquella que favorece un “entorno metabólico antiinflamatorio, antioxidante y que favorece niveles de insulina bajos en sangre”. O lo que es lo mismo, alimentos que no favorezcan la inflamación , que nos liberen de toxinas y que no suban rápidamente los niveles de azúcar en la sangre.

Para empezar vamos a establecer unos principios dietéticos:
  • La dieta ha de ser “balanceada”, es decir, equilibrada, y de tipo mediterránea enriquecida con aceite de oliva.
  • Debe permitir un control del nivel de azúcar en sangre o Índice glucémico bajo.
  • Debemos favorecer las grasas saludables altas en omega-3 y monoinsaturadas frente a las grasas Saturadas y trans.
  • Debe contener un aporte adecuado de proteínas ya que estas nos ayudan a formar músculo y a mantener nuestras defensas.
  • Uso especial de antioxidantes.
  • Control del peso corporal
  • Evitar el alcohol

Dieta balanceada de tipo mediterránea

Esta dieta proporciona los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita para funcionar de manera óptima. Esto es beneficioso para la población en general, pero adquiere una especial importancia en pacientes con cáncer de mama ya que han de afrontar numerosos retos, emocionales y físicos.

Beneficios
  • Mejora la respuesta inmunitaria,
  • Reduce los efectos secundarios del tratamiento y mejorar la calidad de vida en general. ayuda a mantener la fuerza y la energía necesarias para soportar los tratamientos agresivos como la cirugía, quimioterapia
  • Mejora la recuperación postratamiento.
  • Reduce el riesgo de recurrencia y mejora la supervivencia.
  • Ayuda al control del peso corporal. El sobrepeso y la obesidad están asociados con un peor pronóstico y un mayor riesgo de recurrencia del cáncer. Las pacientes que mantienen un peso saludable a través de una dieta balanceada y ejercicio regular tienen mejores perspectivas de recuperación.
Componentes
Una dieta balanceada de tipo mediterránea es aquella que contiene:

Altas cantidades de:

  • Legumbres. Las legumbres como garbanzos, lentejas y frijoles son fuentes excelentes de proteínas, fibra y micronutrientes esenciales. Incluir al menos 2 a 3 porciones de legumbres a la semana
  • Frutas. Es preferible optar por frutas frescas y variadas para asegurar una ingesta adecuada de vitaminas, minerales y antioxidantes. Consumir al menos 2 a 4 porciones de frutas al día.
  • Es importante consumir una amplia variedad de verduras, incluyendo aquellas de hojas verdes, crucíferas y coloridas, para obtener una gama completa de nutrientes. Incluir al menos 3 a 5 porciones de verduras al día.
  • Frutos secos. Almendras, nueces y semillas de chía son fuentes importantes de grasas saludables y fibra.
  • Granos integrales
  • Aceite de oliva extra virgen

Cantidades moderadas de:

  • Proteínas magras. Es importante consumir proteínas magras en una cantidad adecuada para apoyar la reparación y el crecimiento de los tejidos corporales. Se recomienda incluir al menos 2 a 3 porciones de proteínas magras al día.
  • Pollo y pavo son fuentes magras de proteína que ayudan a mantener la masa muscular sin aportar grasas saturadas en exceso.
  • Huevos. Aportan todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.
  • Pescado. Rico en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden mejorar la respuesta al tratamiento del cáncer de mama.
  • Lácteos fermentados (como el yogurt) son buenas fuentes de proteína y calcio, pero se debe optar por versiones bajas en grasa para evitar un exceso de grasas saturadas.

Baja en:

  • Carnes rojas.

Muy baja en:

  • Azucares añadidos
  • Pan blanco y arroz blanco

Evitar o limitar

  • Carnes y alimentos ultraprocesados como embutidos, salchichas, tocino
  • Grasas trans y grasas saturadas excesivas: presentes en productos industriales y carnes procesadas
  • Azúcar y harinas refinados
Alimentos especialmente útiles

Antioxidantes

Además de estos alimentos básicos, existen ciertos alimentos que pueden ser especialmente útiles para personas con cáncer de mama debido a sus propiedades nutricionales y beneficios específicos:

  • Frutos rojos: Moras, fresas, arándanos y frambuesas son ricos en antioxidantes, que pueden ayudar a combatir el daño celular.
  • Cítricos
  • Te verde
  • Crucíferas: Brócoli, coliflor, coles de Bruselas y repollo contienen sulforafano, un compuesto que puede tener propiedades contra el cáncer.
  • Soja no transgénica y en forma tradicional podrían ser beneficiosa.

Grasas saludables: grasas omega-3 y monoinsaturadas

  • Aceite de oliva: Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes que pueden reducir la inflamación y mejorar la salud general.
  • Aguacate
  • Pescado graso como el salmón
  • Frutos secos y semillas como las nueces

Especias

  • Cúrcuma: Contiene curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir el crecimiento de células cancerosas.
  • Jengibre: Conocido por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para aliviar las náuseas causadas por la quimioterapia.

Suplementos alimenticios y cáncer de mama

Los suplementos alimenticios pueden ser útiles para complementar la dieta de las pacientes con cáncer de mama, especialmente cuando no es posible obtener todos los nutrientes necesarios a través de los alimentos. Sin embargo, es importante utilizarlos con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud. Las vitaminas y minerales son esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo. En el contexto del cáncer de mama, algunos estudios han sugerido que ciertos suplementos, como la vitamina D, el calcio y los antioxidantes, pueden tener beneficios adicionales. Por ejemplo, la vitamina D puede ayudar a fortalecer los huesos, que pueden verse afectados por el tratamiento del cáncer, mientras que los antioxidantes pueden ayudar a reducir el daño celular.

Vitamina D

Vitamina D y prevención del cáncer de mama

La vitamina D se obtiene a través de la exposición al sol, alimentos y suplementos. Es esencial para la salud general, especialmente para la absorción de calcio y la fortaleza de los huesos. Hay estudios que han sugerido una relación entre niveles adecuados de vitamina D y un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama. La vitamina D puede influir en la regulación del crecimiento y la muerte de las células tumorales, procesos que son fundamentales para la prevención de la formación de tumores.

  • Mujeres con niveles más altos de vitamina D tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de mama en comparación con aquellas con niveles más bajos.
  • Mujeres con mayor exposición al sol, y por ende mayores niveles de vitamina D, presentaban una incidencia menor de cáncer de mama.

Vitamina D y tratamiento del cáncer de mama

La vitamina D no solo es relevante para la prevención del cáncer, sino que también puede tener un papel en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama. Los estudios han explorado cómo la vitamina D puede ayudar a mejorar las respuestas al tratamiento y reducir los efectos secundarios.

  • Suplementos de vitamina D pueden mejorar la efectividad de la quimioterapia, reduciendo la resistencia a los medicamentos y aumentando la apoptosis de células cancerosas.
  • Pacientes que recibieron suplementos de vitamina D durante el tratamiento reportaron una mejor calidad de vida, incluyendo una reducción en los efectos secundarios como el dolor óseo y la fatiga.

Mecanismos de acción de la vitamina D en el cáncer de mama

Los mecanismos a través de los cuales la vitamina D ejerce sus efectos beneficiosos en el cáncer de mama incluyen:

  • Regulación del ciclo celular: La vitamina D puede inhibir el crecimiento de células cancerosas y promover su muerte, ayudando a controlar el crecimiento tumoral.
  • Modulación del sistema inmunológico: La vitamina D mejora la respuesta inmunológica, lo que puede ayudar al cuerpo a reconocer y destruir células cancerosas.
  • Reducción de la inflamación: La vitamina D tiene propiedades antiinflamatorias que pueden reducir la inflamación crónica asociada con el desarrollo y la progresión del cáncer.

Conclusiones

La vitamina D tiene un papel prometedor en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama, según los estudios científicos. Aunque se necesita más investigación para comprender completamente sus mecanismos y optimizar su uso en la práctica clínica, los datos actuales respaldan la importancia de mantener niveles adecuados de vitamina D para la salud general y en  la lucha contra el cáncer de mama.

Vitamina B en el cáncer de mama

La vitamina B es un grupo de ocho vitaminas esenciales que juegan un papel crucial en el funcionamiento de las células   y la producción de energía.

Tipos de vitamina B y sus funciones

Las vitaminas del complejo B incluyen:
  • Vitamina B1 (tiamina): Participa en el metabolismo de los carbohidratos y en la función nerviosa.
  • Vitamina B2 (riboflavina): Contribuye a la producción de energía y al metabolismo de grasas, medicamentos y esteroides.
  • Vitamina B3 (niacina): Ayuda en el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, y es importante para la salud de la piel.
  • Vitamina B5 (ácido pantoténico): Es esencial para la síntesis de coenzima A y el metabolismo de los alimentos.
  • Vitamina B6 (piridoxina): Involucrada en el metabolismo de aminoácidos y la síntesis de neurotransmisores.
  • Vitamina B7 (biotina): Importante para el metabolismo de lípidos, proteínas y carbohidratos.
  • Vitamina B9 (folato): Crucial para la síntesis de ADN y la reparación celular.
  • Vitamina B12 (cobalamina): Fundamental para la formación de glóbulos rojos y la función neurológica.

Vitamina B6 (piridoxina)

La piridoxina ha mostrado propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso en la prevención del cáncer de mama. Niveles adecuados de vitamina B6 en la dieta pueden estar asociados con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres premenopáusicas.

Vitamina B9 (folato)

El folato, conocido por su papel en la síntesis de ADN y la reparación celular. La deficiencia de esta vitamina puede llevar a errores en la replicación del ADN y a una mayor susceptibilidad a mutaciones. Se ha  sugerido que una ingesta adecuada de folato puede estar asociada con un riesgo reducido de cáncer de mama, especialmente en mujeres con un alto consumo de alcohol, que puede interferir con el metabolismo del folato.

Vitamina B12 (cobalamina)

La vitamina B12 es esencial para la formación de glóbulos rojos y la función neurológica. Su relación con el cáncer de mama ha sido explorada en varios estudios. Bajos niveles de vitamina B12 parecen estar asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres mayores. Sin embargo, la suplementación excesiva de B12 no muestra beneficios adicionales y, en algunos casos, podría estar relacionada con un aumento del riesgo en ciertos subgrupos de población.

Conclusión

Los estudios recientes sugieren que las vitaminas del complejo B, especialmente B6, B9 y B12, pueden tener un papel en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama. Es importante que las pacientes mantengan niveles adecuados de estas vitaminas a través de una dieta balanceada y, si es necesario, mediante suplementos bajo la supervisión de profesionales de la salud.
Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada que se encuentra en alimentos como el pescado, las semillas de lino, las nueces, algunos aceites vegetales y algunos suplementos. Han demostrado tener propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a mejorar la respuesta al tratamiento del cáncer de mama, reduciendo la inflamación y mejorando la función inmunológica.

También mejoran la salud cardiovascular y el funcionamiento cerebral. Recientemente, la investigación científica ha comenzado a explorar el papel potencial de los omega-3 en la prevención y tratamiento del cáncer de mama.

Beneficios generales de los omega-3

Los ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser particularmente beneficiosas para las pacientes con cáncer de mama. La inflamación crónica se ha asociado con el desarrollo y progresión de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama. Por lo tanto, la capacidad de los omega-3 para reducir la inflamación podría desempeñar un papel significativo en la lucha contra esta enfermedad.

Los estudios epidemiológicos han observado que las mujeres que consumen mayores cantidades de ácidos grasos omega-3 tienen un riesgo reducido de desarrollar cáncer de mama. Por ejemplo, una investigación realizada en Japón encontró que las mujeres que consumían pescado regularmente, una fuente rica en omega-3, tenían una menor incidencia de cáncer de mama en comparación con aquellas que consumían menos pescado.

En ensayos clínicos con pacientes humanas, se ha observado que los suplementos de omega-3 pueden mejorar la respuesta al tratamiento del cáncer de mama. Un estudio publicado en el «Journal of Clinical Oncology» encontró que las mujeres que tomaban suplementos de omega-3 durante la quimioterapia tenían menos efectos secundarios gastrointestinales y una mejor calidad de vida en comparación con aquellas que no tomaban estos suplementos.

Mecanismos de acción de los omega-3 en el cáncer de mama

Los omega-3 pueden ejercer sus efectos beneficiosos en el cáncer de mama a través de varios mecanismos:

  • Reducción de la inflamación: Los omega-3 inhiben la producción de sustancias proinflamatorias, que pueden promover el crecimiento tumoral.
  • Los omega-3 pueden aumentar la apoptosis de las células cancerosas, ayudando a eliminar las células malignas del cuerpo.
  • Los omega-3 pueden inhibir la formación de nuevos vasos sanguíneos que los tumores necesitan para crecer y metastatizar.
  • Los omega-3 pueden afectar las vías de señalización celular que regulan el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas.

Dosificación y fuentes de omega-3

Para obtener los beneficios de los omega-3, es fundamental consumir una cantidad adecuada a través de la dieta o suplementos. Las fuentes dietéticas incluyen pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, así como semillas de lino y nueces. Los suplementos de aceite de pescado también pueden ser una opción efectiva, pero es esencial consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación.

Precauciones al usar suplementos de omega-3

Aunque los omega-3 son generalmente seguros, pueden interactuar con ciertos medicamentos y tratamientos del cáncer. Por ejemplo, los suplementos de omega-3 pueden aumentar el riesgo de sangrado en pacientes que toman anticoagulantes. Por lo tanto, siempre es recomendable que las pacientes consulten a su oncólogo o nutricionista antes de incorporar suplementos de omega-3 a su régimen de tratamiento.

El papel de la soja en el cáncer de mama

La soja ha sido un alimento básico en la dieta asiática durante siglos y se ha vuelto cada vez más popular en otras partes del mundo debido a sus posibles beneficios para la salud. Entre los diversos temas de interés, el papel de la soja en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama ha sido objeto de numerosos estudios y debates en la comunidad científica.

Componentes de la soja y su relación con el cáncer de mama: Isoflavonas

La soja contiene varios compuestos bioactivos, entre los que se incluyen las isoflavonas, proteínas, saponinas y ácidos grasos poliinsaturados. De estos, las isoflavonas, que son fitoestrógenos (compuestos vegetales con actividad estrogénica débil), han recibido la mayor atención en la investigación sobre el cáncer de mama.

Las isoflavonas tienen una estructura química similar a la del estrógeno humano, lo que les permite unirse a los receptores de estrógenos en el cuerpo. Esta capacidad ha llevado a hipótesis contradictorias sobre su papel en el cáncer de mama. Por una parte, se ha sugerido que las isoflavonas pueden actuar como estrógenos débiles, compitiendo con los estrógenos más fuertes y reduciendo el riesgo de cáncer de mama. Por otra parte, existe la preocupación de que puedan estimular el crecimiento de células de cáncer de mama dependientes de estrógenos.

Prevención

Numerosos estudios epidemiológicos han investigado la relación entre el consumo de soja y el riesgo de cáncer de mama. Los resultados han sido en su mayoría consistentes en mostrar una relación protectora.

las mujeres asiáticas que consumían altas cantidades de productos de soja tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de mama en comparación con las que consumían menos soja.

En las poblaciones occidentales un mayor consumo de soja también se ha asociado con una reducción leve pero significativa en el riesgo de cáncer de mama.

Soja y supervivencia al cáncer de mama

Además de la prevención, se ha investigado el impacto del consumo de soja en la supervivencia al cáncer de mama. Hay estudios que demuestran que aquellas con un mayor consumo de soja tienen una menor tasa de recurrencia y una mayor tasa de supervivencia.

Mecanismos de acción

La soja y sus componentes pueden influir en el cáncer de mama a través de varios mecanismos:

  • Las isoflavonas pueden unirse a los receptores de estrógenos y ejercer efectos débiles que compiten con los estrógenos más fuertes.
  • Efectos antioxidantes y antiinflamatorios: Los nutrientes y compuestos bioactivos en la soja pueden reducir el daño oxidativo y la inflamación, ambos implicados en la formación de tumores
  • Algunos estudios han sugerido que las isoflavonas pueden afectar las vías de señalización celular, inhibiendo la proliferación de células cancerosas e induciendo su muerte.

Consideraciones y recomendaciones

A pesar de la evidencia prometedora, aún existen incertidumbres sobre los efectos de la soja en el cáncer de mama, especialmente en diferentes subgrupos de población y en mujeres con distintos tipos de tumores.

La mayoría de los expertos en salud recomiendan un consumo moderado de productos de soja como parte de una dieta balanceada. Esto incluye alimentos como el tofu, la leche de soja, el edamame y el tempeh, que pueden proporcionar beneficios nutricionales adicionales.

Debido a la falta de estudios concluyentes sobre la seguridad a largo plazo de los suplementos de isoflavonas, es recomendable obtener estos compuestos a través de alimentos enteros en lugar de suplementos concentrados.

Conclusión

La soja, especialmente sus isoflavonas, puede desempeñar un papel en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama. Aunque la evidencia sugiere beneficios potenciales, es crucial realizar más investigaciones para comprender completamente los mecanismos involucrados y las implicaciones clínicas. Mientras tanto, un consumo moderado de soja como parte de una dieta equilibrada puede ser una estrategia saludable para apoyar la salud general y posiblemente reducir el riesgo de cáncer de mama.

Probióticos

Los probióticos son suplementos que contienen bacterias beneficiosas para el intestino. La salud intestinal es crucial para la absorción de nutrientes y el funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos estudios sugieren que los probióticos pueden ayudar a reducir los efectos secundarios gastrointestinales de la quimioterapia como la diarrea y la naúsea y mejorar la salud general de las pacientes con cáncer de mama.

Además parece que los probióticos pueden modular el sistema inmunológico, mejorando la respuesta del cuerpo a las terapias contra el cáncer y potenciando la eficacia de los tratamientos.

Por otra parte, los probióticos pueden alterar la microbiota intestinal, creando un ambiente más favorable para la salud general y proporcionando efectos antitumorales indirectos. Estos estudios sugieren que los probióticos no solo pueden mejorar la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama, sino también apoyar el éxito del tratamiento oncologico.

Selenio y zinc

El selenio y el zinc son oligoelementos que han mostrado efectos prometedores en la prevención y tratamiento del cáncer de mama.

El selenio es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para proteger las células contra el daño causado por los radicales libres. Algunos estudios han sugerido que niveles adecuados de selenio pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y mejorar la respuesta a los tratamientos oncológicos.

Por su parte, el zinc también juega un papel vital en la salud general y en la lucha contra el cáncer. Es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y posee propiedades antioxidantes que pueden proteger las células contra el estrés oxidativo. Investigaciones han demostrado que el zinc puede influir en la expresión de genes relacionados con el crecimiento y la proliferación de células cancerosas. Además, el zinc es necesario para la reparación del ADN y la apoptosis, lo que puede ayudar a prevenir el desarrollo y la progresión del cáncer de mama.

A pesar de los beneficios potenciales del selenio y el zinc, es importante que las pacientes con cáncer de mama consulten a sus profesionales de salud antes de tomar cualquier suplemento, para evitar posibles interacciones con los tratamientos.

Importancia del triptófano en el cáncer de mama

El triptófano es un aminoácido esencial que desempeña múltiples funciones cruciales en el cuerpo humano. Es particularmente conocido por su papel en la producción  de proteínas y como precursor de la serotonina, un neurotransmisor vital para la regulación del estado de ánimo, el sueño y el apetito. En el contexto del cáncer de mama, el triptófano ha despertado interés debido a sus posibles efectos sobre la salud inmunológica y su potencial para influir en la progresión del cáncer.

Triptófano y salud inmunológica

El triptófano puede contribuir positivamente en la salud del sistema inmunológico. La capacidad del cuerpo para combatir enfermedades, incluyendo el cáncer, está en gran parte determinada por la eficiencia del sistema inmunológico. Se ha observado que niveles adecuados de triptófano pueden ayudar a mantener una función inmunológica óptima, lo cual es crucial para las pacientes con cáncer de mama, ya que un sistema inmunológico fuerte puede mejorar la respuesta a las terapias y ayudar en la prevención de infecciones secundarias.

Triptófano y regulación del estado de ánimo

La importancia del triptófano en la síntesis de serotonina también es importante para las pacientes con cáncer de mama. El diagnóstico y tratamiento del cáncer pueden ser emocionalmente agotadores, llevando a la ansiedad y la depresión. La serotonina, derivada del triptófano, juega un papel fundamental para equilibrar estado de ánimo. Parece que una dieta rica en triptófano puede ayudar a mejorar el bienestar emocional de las pacientes, mejorando su capacidad para afrontar los desafíos del tratamiento y recuperación del cáncer de mama.

Triptófano y la progresión del cáncer

Existen estudios que indican que el metabolismo del triptófano puede tener efectos directos sobre la progresión del cáncer de mama. Algunos investigadores han planteado la hipótesis de que, modulando el metabolismo del triptófano, podría ser posible alterar el desarrollo y la progresión del cáncer de mama, abriendo la puerta a nuevas estrategias terapéuticas.

Fuentes naturales de triptófano

El triptófano se encuentra en diversos alimentos que pueden ser incorporados fácilmente en una dieta equilibrada. Entre las fuentes ricas en triptófano se incluyen:

  • Carne de pavo
  • Pechuga de pollo
  • Pescados como el salmón
  • Huevos
  • Nueces y semillas, especialmente semillas de calabaza
  • Plátanos
  • Avena
  • Productos lácteos como el yogurt y el queso

Consumir una dieta variada que incluya estos alimentos puede ayudar a asegurar un aporte adecuado de triptófano, apoyando tanto la salud física como emocional de las pacientes.

Consideraciones y precauciones

A pesar de los beneficios potenciales del triptófano, es importante que las pacientes con cáncer de mama consulten a sus profesionales de salud ya que, aunque generalmente es seguro, puede interaccionar con ciertos tratamientos oncológicos o medicamentos, y su suplementación debe ser cuidadosamente gestionada.

Conclusión

La nutrición y los suplementos alimenticios juegan un papel crucial en el tratamiento y la recuperación de las pacientes con cáncer de mama. Una dieta balanceada de tipo mediterránea y el uso adecuado de suplementos pueden ayudar a mejorar la respuesta al tratamiento y reducir los efectos secundarios mejorando la calidad de vida. Sin embargo, es esencial que se realice bajo la supervisión de profesionales de la salud para garantizar su seguridad y eficacia.

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Talla sugerida:

Como tomar las medidas

A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Repetir el proceso en el contorno del busto (la parte más prominente del pecho). El resultado nos dará la copa del sujetador.

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)

Para mujeres mastectomizadas

A. A. Coloque la cinta métrica debajo del pecho,  a la altura de la banda del  sujetador, para medir el contorno bajo el busto. Confirme que se encuentre a la misma altura debajo del pecho y en la espalda. Procure que el metro quede ajustado pero sin tensar. El resultado nos dará la talla numérica del sujetador.

B. Para la medida del contorno del busto (la parte más prominente de la mama), mediremos la mama intacta (no mastectomizada), desde la mitad del esternón (centro del canalillo), hasta la mitad de la columna vertebral (centro de la espalda). Al número resultante,  le restaremos 2 centímetros y multiplicaremos el resultado  por 2,  para obtener el valor definitivo de la copa del sujetador. 

Redondee la cifra medida a la cifra superior o inferior más próxima. (Ejemplo: si la medida es de 92 cm, redondee a 90 cm; si el resultado de la medición es 93 cm, redondee a 95 cm.)