PREVENCIÓN
Introducción
La prevención consiste en actuar para que un problema no aparezca o para disminuir sus efectos. En nuestro caso se trataría de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama o bien de detectarlo cuanto antes para disminuir las consecuencias de padecerlo. Pero cómo prevenir el cáncer de mama y promover la salud mamaria?
Se trata de poner en marcha una serie de estrategias que nos ayuden a mejorar nuestra salud, reducir los riesgos y conseguir una detección precoz. Para todo ello es imprescindible una información adecuada, llevar un estilo de vida saludable y realizarse exámenes regulares. La detección temprana y la consulta regular con profesionales de salud son esenciales para la prevención y el tratamiento exitosos.
Detección temprana
La detección temprana del cáncer de mama puede salvar vidas. Conseguir diagnosticar un tumor en fases iniciales , con poco tamaño y localizado en la mama es fundamental para aumentar la supervivencia y disminuir la necesidad de tratamientos agresivos. Las siguientes son estrategias clave para la detección:
Autoexamen de mama
Realizar autoexámenes de mama regularmente puede ayudar a detectar cambios o anomalías tempranas. Este autoexamen debe hacerse una vez al mes.
Mamografías
Las mamografías son una herramienta esencial en la detección temprana del cáncer de mama. De forma general se recomienda la realización de mamografía una vez al año a partir de los 40 años, aunque la indicación pueden variar según los antecedentes familiares y otros factores de riesgo y a veces es necesario acompañar el seguimiento de laguna otra prueba como la ecografía de mamas o la resonancia.
Exámenes clínicos
Visitar a un profesional de salud para exámenes clínicos de mama regulares es otra parte fundamental de la detección temprana.
Reducción del riesgo
Aunque algunos factores de riesgo no se pueden modificar, como la genética y la edad, hay otros que sí se pueden controlar.
Control del peso
El exceso de grasa corporal interviene en el metabolismo hormonal y es uno de los factores que mas claramente parece aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama. Por lo tanto prevenir la obesidad o el sobrepeso ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama especialmente después de la menopausia.
Limitar el uso de las terapias hormonales para la menopausia
Es controvertido el papel de las terapias hormonales sustitutivas, los tratamientos de fertilidad y la toma de anticonceptivos orales como factores de riesgo para padecer un cáncer de mama. Parece que depende de la susceptibilidad de cada mujer a dichos tratamientos, de las dosis, el tiempo y el tipo de hormona. Por ejemplo, los anticonceptivos orales que se usan hoy día no tienen nada que ver con los que se utilizaban hace años. Hoy día mucho más seguros. En cualquier caso lo mejor es consultar con un profesional de salud sobre el riesgo o no de someterse a algún tratamiento hormonal.
Factores genéticos
Para quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de mama, puede ser útil realizarse pruebas genéticas para identificar mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2. Aunque esta mutación solo aparece en un 5% de los casos, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de mama y /o ovario. En caso de tener una de estas mutaciones ya se pueden poner en marcha estrategias de seguimiento específicas e incluso la opción de someterse a cirugías preventivas.